Fernando Pessoa no viajó mucho durante su vida adulta, que corresponde a su madurez literaria. Casi siempre estaba en Lisboa, escribiendo, trabajando como traductor, pasando horas en los cafés literarios de la capital. Durante su infancia, de 1896 a 1905, había vivido en Sudáfrica por motivos familiares. Allí, en la ciudad de Durban, pasó años importantes para su formación literaria, pero el lugar elegido por el poeta fue sin duda Lisboa, fue Portugal. Además de la capital, Pessoa visitó durante su vida pocos lugares más, incluso en Portugal. No obstante, otras ciudad y otros lugares de Portugal desempeñaron un papel importante en su vida y obra, por diferentes motivos. He aquí cinco de ellos, que esperamos sean de interés para lectores, turistas literarios y operadores turístico-literarios, para construir sus itinerarios por la poesía y la cultura portuguesa y universal, de la que Pessoa es un destacado representante.

1. Lisboa

Fernando Pessoa nació en Lisboa, en un piso particular situado frente al Teatro Nacional de S. Carlos, n.º 4, 4.º Izq., en el Largo de São Carlos, el 13 de junio de 1888. En la misma capital de Portugal, el poeta y pensador portugués vivió la mayor parte de su vida y falleció en el Hospital de S. Luís dos Franceses, en Bairro Alto, el 30 de noviembre de 1935. Son numerosos los acontecimientos y pasajes literarios de la obra de Pessoa relacionados directa o indirectamente con Lisboa, sin duda la ciudad de su alma y su corazón. Famosos son los dos poemas titulados «Lisboa revisitada», uno de 1923 y otro de 1926, que citamos en un artículo anterior de este mismo blog. Entre otros textos dedicados a la ciudad que, según la leyenda, fundó Ulises, hemos elegido uno del Libro del desasosiego, de 1930, en el que el cariño de Pessoa por Lisboa se manifiesta en la exhortación final:

«TORMENTA

Este aire bajo de nubes paradas. El azul del cielo estaba sucio de blanco transparente.
El mozo, al fondo de la oficina, suspende durante un minuto el cordel alrededor del bulto eterno…
«Qué […] hace», comenta estadísticamente.
Un silencio frío. Los ruidos de la calle como si fueran cortados a cuchillo. Se ha sentido, prolongadamente, como un malestar de todo, un suspender cósmico de la respiración. Se ha parado el universo entero. Momentos, momentos, momentos. La tiniebla se ha encarbonado de silencio.
Súbitamente, acero vivo, […]
¡Qué humano era el campanillazo metálico de los tranvías! ¡Qué paisaje alegre la simple lluvia en la calle resucitada del abismo!

¡Oh, Lisboa, hogar mío!»

(Texto: ed. Richard Zenith; imagen: BNP/E3, 3-30r-31r.2, detall.; consultados en el sitio web LdoD)

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2. Isla Terceira (Azores)

La madre de Fernando Pessoa, Maria Madalena Pinheiro Nogueira, nació en 1861 en Angra do Heroísmo, en la isla Terceira (Azores). A ella, a quien Pessoa quería mucho, dedicó sus primeros versos poéticos en portugués, escritos en 1895 en Lisboa, en una cuarteta titulada «A mi querida mamá»:

«Aquí estoy en Portugal
En la tierra en que nací
Por mucho que la quiera
Aún más te quiero a ti.»

En la isla de Terceira, el joven Pessoa pasó unas vacaciones con su familia en 1902, un paréntesis portugués durante los nueve años que pasó viviendo en Durban, en Sudáfrica, por motivos familiares. En la isla de Terceira, Pessoa escribió algunos poemas de juventud en portugués, entre ellos «Antígona», escrito en junio de 1902, dedicado al personaje homónimo de la mitología griega, hija de la relación incestuosa entre el rey Edipo y su madre, según cuenta el mito:

«ANTIGONA

¿Cómo te amo? No sé de cuántos modos varios
Yo te adoro, mujer de ojos azules y castos;
Te amo con el fervor de mis sentidos exhaustos;
Te amo con el fervor de mis tributos diarios;

Es puro este mi amor, como los puros sagrarios;
Es noble este mi amor, como los más nobles fastos;
Grande como los mares altísimos y vastos;
Suave como el olor de los lirios solitarios;

Amor que rompe, en fin, los nudos del sentir;
Tan sencillo que aumenta en la buena ventura;
Un amor tan fiel que aumenta en el sufrir;

Amor de tal materia que si en la vida oscura
Es tan grande y crece con las ansias de vivir
¡Mucho mayor será en la paz de la sepultura!

(Placa conmemorativa en Rua da Palha, Angra do Heroísmo, Isla Terceira; foto por RTP Açores)

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3. Tavira

El padre de Fernando Pessoa, Joaquim de Seabra Pessoa, nació en 1850 en Lisboa; una rama de su familia tenía raíces en Tavira, en el Algarve. Este hombre falleció en 1893, cuando Fernando era un niño de cinco años. Este acontecimiento desencadenó una serie de sucesos —en primer lugar, el segundo matrimonio de la madre del poeta con João Miguel Rosa, cónsul portugués en Durban— que llevarían a Pessoa a Sudáfrica en 1896. Durante su ya mencionado viaje a Portugal en 1901, el joven poeta fue a visitar a unos parientes de su padre en Tavira. La importancia de esta ciudad para Pessoa se revela, entre otras cosas, por el hecho de que el escritor eligiera Tavira como «cuna» de su heterónimo Álvaro de Campos. La biografía ficticia de Campos, reflejo de las vivencias y sensaciones del «propio» Pessoa (el ortónimo), está vinculada a Tavira, como queda patente en el poema de 1931 «Notas sobre Tavira»:

«NOTAS SOBRE TAVIRA

He llegado por fin a la ciudad de mi infancia.
Bajé del tren, me acordé de mí, miré, comparé.
(Todo esto en el instante que dura una mirada cansada).
Todo es viejo en aquello que fue nuevo.
Ahora —otras tiendas y otro color en las fachadas de los mismos edificios—
Un coche que nunca había visto (antes no existían)
Se estanca el amarillo oscuro ante una puerta entreabierta.
Todo es viejo en aquello que fue nuevo.
Sí, porque incluso ser más joven que yo equivale a ser viejo el resto.
La casa que pintaron de nuevo es más vieja porque la pintaron nueva.
Paro frente al paisaje y me veo a mí.
Otrora aquí anteví mis esplendorosos 40 años —Amo del mundo—
Es a los 41 cuando me apeo del tren […].
¿Qué he conquistado? Nada.
Nada, de hecho, no he conquistado nada.
Traigo mi tedio y mi deterioro pesando en mi maleta…
De repente avanzo firme, enérgicamente.
Se ha evaporado mi hesitación
Esta ciudad de mi infancia es, en fin, una ciudad extranjera.
(Me siento cómodo, como siempre, ante lo desconocido, ante lo que me es indiferente)
Soy un turista ajeno, transeúnte.
No hay duda: eso es lo que soy.
Yo mismo, Dios mío, yo mismo.

(Estación de tren de Tavira; foto de Fabrizio Boscaglia)

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4. Portalegre

En 1909, Fernando Pessoa alcanzó la mayoría de edad y pudo por fin recibir el dinero de la herencia que le había dejado su abuela paterna, Dionísia, fallecida en 1907. Con este dinero, Pessoa decidió comprar impresión tipográfica para abrir la empresa Íbis – Tipográfica e Editora, en Lisboa, en Rua da Conceição da Glória, 38. Pessoa compró las máquinas en agosto del mismo año, en Portalegre, donde el poeta pasó unos días en un hotel. Esta empresa sería el primero de los no pocos fracasos empresariales que Fernando Pessoa experimentó a lo largo de su vida. De hecho, Íbis cerró en 1910, tras menos de un año de actividad, por falta de clientes. A la breve estancia del escritor en Portalegre siguió una carta escrita en inglés a su amigo Armando Teixeira Rebelo el 24 de agosto de 1909. En esta carta se lee un poema de Pessoa dedicado al Alentejo. Aquí está la traducción libre al español del texto traducido al portugués por António Quadros:

«[…]
Desmontar y empaquetar la tipografía está llevando mucho tiempo, poéticamente hablando, claro. A pesar de ello, los hombres han trabajado muy deprisa y los he observado con la máxima energía.
Creo sinceramente que, si tuviera que quedarme aquí un mes, tendría que ir a Lisboa y luego al Hotel Bombarda. ¡No te puedes ni imaginar el hiperaburrimiento, lo ultracansado de todo ello, la absoluta sensación de qué puede hacer un tipo en un lugar como este que reinan en mi espíritu!
He encontrado un libro para leer. Estoy deseando volver a Lisboa, pero creo que tendré que quedarme aquí tres días más.

Alentejo desde el tren

Nada circundada de nada
Y unos pocos árboles en medio,
Ninguno de ellos verdaderamente verde,
Donde ningún río ni flor hacen visita.
Si existe un infierno lo he encontrado,
Porque si no es aquí, ¿dónde diablos se encuentra?

Pásalo bien
F. Nogueira Pessoa

P. D.: No me escribas a Portalegre. Puede que ya no esté aquí. Espera a mi regreso a Lisboa. Luego hablaremos.»

(Puerta de Alegrete, en Portalegre, siglo XIII; foto de isol)

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5. Oporto

La madre de Pessoa se crió en Oporto. El año de su boda con el padre del poeta, 1887, fue elegido por Pessoa como la fecha del «nacimiento» del heterónimo Ricardo Reis que, según la biografía ficticia de Reis, tuvo lugar en Oporto. La ciudad «invicta» también es importante porque fue cuna del movimiento «Renascença Portuguesa» (renacentista portugués), cuya revista A Águia, dirigida por el poeta Teixeira de Pascoes, dio a Pessoa la oportunidad de estrenarse públicamente en 1912 con el artículo «A Nova Poesia Portuguesa Sociologicamente Considerada» (La nueva poesía portuguesa sociológicamente considerada). En 1919, se produjo en Oporto una contrarrevolución monárquica, conocida como la «Monarquía del norte», cuyo resultado desilusionó a Ricardo Reis (monárquico, como Pessoa), lo que llevó al propio Reis a autoexiliarse en Brasil. Se pueden encontrar Referencias indirectas a estos «acontecimientos» en la famosa carta «de la génesis de los heterónimos» enviada por Pessoa a Casais Monteiro el 13 de enero de 1935:

«Unos apuntes más sobre el asunto… Yo veo frente a mí, en el espacio incoloro pero real del sueño, las caras, los gestos de Caeiro, Ricardo Reis y Álvaro de Campos. Les construí las edades y las vidas. Ricardo Reis nació en 1887 (no recuerdo el día y el mes, pero los tengo en alguna parte) en Oporto, es médico y actualmente se encuentra en Brasil. Alberto Caeiro nació en 1889 y murió en 1915; nació en Lisboa pero vivió casi toda su vida en el campo. No tuvo profesión ni educación casi ninguna. Álvaro de Campos nació en Tavira, el día 15 de octubre de 1890 (a las 1.30 de la tarde, me dice Ferreira Gomes; y es verdad, pues, hecho el horóscopo para esa hora, está bien). Éste, como sabe, es ingeniero naval (por Glasgow), pero ahora está aquí en Lisboa, inactivo.»

(Placa en honor al movimiento «Renascença Portuguesa» (Renacimiento portugués) y a la revista A Águia, Rua dos Mártires da Liberdade, Oporto; foto de José Bastos, detall.)

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Muchos otros lugares de Portugal y del mundo son lugares de Pessoa, al menos desde el punto de vista literario, que siempre ha sido lo más importante para el poeta lisboeta. De hecho, es de esperar que a este artículo sigan otros que nos permitan descubrir y valorar cada vez más el patrimonio de Pessoa desde el punto de vista del turismo literario.

Fabrizio Boscaglia
(Profesor de la Universidad Lusófona, investigador de Pessoa, asesor literario del Lisboa Pessoa Hotel)

Los enlaces del texto remiten a las fuentes y referencias bibliográficas consultadas y citadas. Se ha actualizado la ortografía de los pasajes citados.

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