Entrevista-conversación con Diego Giménez

Edición de Fabrizio Boscaglia.

El investigador de Pessoa Diego Giménez, de la Universidad de Coimbra, conversa con otro investigador de Pessoa, Fabrizio Boscaglia, de la Universidad Lusófona, sobre Fernando Pessoa y las tecnologías digitales. El punto de partida es el proyecto-informático y portal Archivo LdoD, edición digital y plural del Libro del desasosiego de Fernando Pessoa, en el que Diego Giménez colaboró en el contexto de la Universidad de Coimbra. Las preguntas y reflexiones de Fabrizio Boscaglia están en negrita, mientras que las respuestas son de Diego Giménez.

¡Feliz lectura!

De derecha a izquierda: Diego Giménez y Fabrizio Boscaglia, ponentes del evento Desassossego Digital en el Lisboa Pessoa Hotel (24 de julio de 2025; foto de Albertina Belo)

1. ¿Por qué y cómo nació el Archivo LdoD?

El responsable del Archivo LdoD es el profesor Manuel Portela, de la Universidad de Coimbra, experto en Literatura Inglesa, Literatura Portuguesa y Humanidades Digitales. La idea del archivo se le ocurrió originalmente hacia 2009: quería explorar todo el potencial del Libro del desasosiego en un contexto digital, es decir, en el contexto de las Humanidades Digitales y, al mismo tiempo, el potencial de las Humanidades Digitales para representar y estudiar la obra de Pessoa. Empezamos en 2012, y el Archivo LdoD se presentó al público en 2017.

Dado que existen varias ediciones en papel del Libro del Desasosiego, lo que el Archivo LdoD demostró fue que no tenía mucho sentido canonizar una edición por encima de las demás, porque no hay un Libro del Desasosiego; hay muchos «Libros del desasosiego», tantos como editores, o más bien lectores que bucean en los fragmentos y son capaces de armar, por así decirlo, su propia edición, o su propia idea del Libro. El Archivo LdoD, entre otras características, permite que cada cual construya su propia edición de la obra, en cuanto al orden de los textos y la elección de las transcripciones. El Archivo LdoD valoriza así la fragmentación textual del Desasosiego, ahora representada de forma múltiple y comparativa entre los originales y las diferentes ediciones.

En el Archivo LdoD hemos puesto a disposición y comparables las ediciones de Jacinto do Prado Coelho, Teresa Sobral Cunha y Maria Aliete Galhoz (1982), Teresa Sobral Cunha (1990), Richard Zenith (1998) y Jerónimo Pizarro (2010). Podría decirse que, a lo largo de las décadas, estas se han considerado las primeras ediciones más reconocidas e importantes. Lo que hace aún más interesantes las distintas ediciones del Libro es que los editores han entablado un intenso debate crítico entre ellos, incluso en las introducciones, y cada uno ha defendido sus propias opciones de edición. El trabajo con el archivo ha demostrado que cada edición responde a la lectura y subjetivación de la obra inacabada.

Página de inicio del sitio web Archivo LdoD

2. ¿Cuál fue tu papel y de qué tipo de trabajo se trató?

Empecé a trabajar en el Archivo LdoD codificando los extractos, es decir, aplicando código informático a los textos, alrededor de 2012. Todo ello se hizo utilizando un lenguaje de codificación informático (Text Encoding Initiative, o TEI), basado en el texto original de Pessoa. La codificación consiste en añadir código a un texto original para que pueda ser procesado y representado por un programa informático. A través del código se llevó a cabo lo que podría entenderse como filología digital, representando digitalmente todas las variantes textuales que presentaban los documentos originales y la comparación con las ediciones. Por ejemplo, se marcaron las variantes ortográficas: en el texto original, Pessoa escribió «attenção», siguiendo la ortografía anterior a 1911. Algunos editores lo modernizaron a «atención» y otros mantuvieron la antigua grafía. Así que codificamos todas estas variantes, entre otras, con código informático. Dado el volumen del corpus, podéis imaginar el trabajo que supuso.

En el sitio web también podemos ver cada uno de los documentos originales de Pessoa en facsímil, ya sean manuscritos o mecanografiados, así como la codificación resultante, donde podemos comprobar cualquier cambio o añadido realizado por el propio Pessoa.

Lo que la codificación nos permitió hacer no fue solo ver lo que Pessoa escribió, sino también mapear y analizar otros datos metatextuales, por ejemplo, el tipo de papel, el tipo de hoja, el tipo de tinta. Toda esta información se convirtió en una descripción codificada por ordenador. Había fragmentos que tardaban dos o tres días en codificarse, porque había muchas diferencias textuales entre ediciones, con páginas y páginas de código.

Ejemplo de versión facsímil y transcripción digital de un documento original del expolio de Pessoa en el Archivo LdoD

3. Parece casi fatal, cuando hablamos de Pessoa, abrir una caja de la que sigue saliendo material… Inéditos, heterónimos, ediciones… Cada editor es, de hecho, casi otro heterónimo, porque cada uno de nosotros cuando leemos a Pessoa tenemos nuestras propias epifanías y construimos nuestro propio Pessoa. En tu experiencia personal como lector, editor y estudioso del Libro, ¿qué te impulsó a realizar este proyecto?

Para mí era muy importante empezar a codificar los fragmentos, lo que significaba leer los materiales del expolio de Pessoa documento por documento, comparándolos con las distintas ediciones publicadas. Mi formación previa había sido filosófica, así que mi tendencia al trabajar en el Libro del desasosiego fue siempre, por utilizar una expresión de Gumbrecht, buscar la «producción de sentido» en la obra, buscar los grandes conceptos de verdad, de realidad… Siempre estuve un poco perdido en los grandes conceptos de la filosofía. Mi acercamiento a la literatura desde la filosofía partió de la sensación de que hay una verdad en la obra de arte que escapa a la razón o al pensamiento meramente especulativo.

Esta fue la sensación de epifanía que tuve cuando leí y releí El Libro del desasosiego: «esto es muy bonito, pero no sé por qué». Jorge Luis Borges hablaba de esto con mucha más elegancia, porque siempre sospechó que el significado es algo que añadimos al poema, que partimos de un vacío, de una sensación de belleza, y luego buscamos el significado. Trabajar con código ha sido, por lo tanto, una búsqueda de sentido que no tiene respuesta. Esto me ayudó a leer y comparar el texto exactamente por lo que es, párrafo a párrafo, línea a línea. Este tipo de lectura minuciosa me sirvió de base para mis especulaciones posteriores.

4. Hay pasajes del Libro del desasosiego, por tanto versos futuristas de Álvaro de Campos, en los que Pessoa representa, interpreta y por así decirlo «canta» el avance de la ciencia y la tecnología, que en aquella época recibió un impulso decisivo —como hoy, por desgracia— por la dinámica bélica de 1914-1918. Diego, ¿cómo lees tú a Fernando Pessoa en el contexto de la era tecnológica, y viceversa: cómo lee nuestra era tecnológica a la luz de la obra de Pessoa? Sin olvidar que Pessoa, a través del heteronimismo, quizá también esté anticipando, de alguna manera, la era de los avatares y los perfiles ficticios en las redes sociales…

Estoy de acuerdo: la literatura modernista anticipa las prácticas de escritura contemporáneas. A este respecto, existe una tesis doctoral de Maria dos Prazeres Gomes, Outrora Agora: Relações Dialógicas na Poesia Portuguesa de Invenção, que sostiene que las prácticas de escritura modernas contienen o prefiguran las prácticas de escritura contemporáneas. Ello se debe principalmente al aspecto combinatorio, ya que estas prácticas ven el lenguaje como un conjunto de elementos que se combinan entre sí, lo que incluso está en la base de cierta idea de computación.

En cuanto a Pessoa como precursor de las «múltiples identidades digitales», un poco en broma podemos pensar en los heterónimos como avatares, sí, en la propia red hay textos e imágenes en los que se ve a Pessoa como el verdadero y primer creador de «perfiles falsos». Un escritor como Fernando Pessoa, entre otros, nos ayuda sin duda a reflexionar sobre muchas cuestiones en la era tecnológica actual.

Ya en la época de Pessoa, su Lisboa es como el París de Baudelaire, como la estudió Walter Benjamin en aquella eclosión de la modernidad del siglo XIX, hablando del acero, de la invención del daguerrotipo y del flâneur. Hay algunos elementos o marcas de la modernidad que están muy presentes en la obra de Pessoa: el tranvía, el cine, el teléfono, la máquina de escribir, el tren, el coche, etc. Tomemos ese pasaje del Libro del desasosiego, en el que el narrador Bernardo Soares está en el tranvía y mira el vestido de una chica, y empieza a pensar en todo el sistema de producción de esa tela. A partir de esa sensación visual, pasa a intelectualizarla, pensando en todo el sistema de producción industrial, tan típico del sistema capitalista. Él ya describe muy bien todo ese proceso, desde la fábrica hasta el cuerpo de la muchacha, en el tiempo de un viaje en tranvía que podría haber durado cinco o siete minutos, el narrador afirma haber vivido toda una vida. En este breve espacio de tiempo, reconstruye todo un sistema de producción. Es un fragmento fantástico.

Ejemplo de comparación entre diferentes ediciones de un pasaje del Libro del desasosiego en el Archivo LdoD

5. Pessoa parece casi intentar espiritualizar la tecnología, intentar extraer y al mismo tiempo construir lo que algo aparentemente frío y mecánico tiene de espiritual y por tanto de libre, de una forma poética. Existe ahí una ontología poética de la tecnología que constituye un gran y fascinante desafío desde el punto de vista filosófico. Respecto al peligro de que la humanidad pierda el contacto con el Ser a causa de la «era técnica», Heidegger afirmó en 1959 que «solo un Dios puede salvarnos» de esta deshumanización. Y lo dije racionalmente, filosóficamente, no desde un punto de vista religioso. Al mismo tiempo, el propio Heidegger sostiene que es el poeta, y no el filósofo, quien encuentra y pronuncia el Ser. ¿Está haciendo esto Pessoa, es decir, encontrar el Ser en la «era técnica», como si a través de él actuara la divinidad que «solo puede salvarnos»? ¿O, por el contrario, Pessoa mitifica la tecnología y contribuye a esta deshumanización?

Pessoa poetiza la vida moderna, pero no en el sentido de una mitificación deshumanizadora de la tecnología. Su visión y su escritura se basan siempre en un sentido estético-literario. La dimensión poética acerca la poetización a la técnica, sí. En este sentido, estoy de acuerdo con esta posible lectura «heideggeriana» de Pessoa.

6. Sigamos «bromeando de verdad»: ¿Le gustaría a Fernando Pessoa la web y la llamada «Inteligencia Artificial»?

Creo que la Inteligencia Artificial le parecería la mayor de las bromas, y podría utilizarla como medio para crear. Él escribía muy bien a máquina, directamente, con buen ritmo. Por ejemplo, el propio Heidegger fue muy crítico con la máquina de escribir y argumentaba que con ella todos los hombres son iguales, porque la escritura a mano desaparece, y en la escritura a mano hay algo del alma que se transmite. Por eso el filósofo alemán criticaba la máquina de escribir. Pero, de otro modo, cuando leo los textos mecanografiados de Pessoa, veo alma ahí. De hecho, creo que la tecnología puede tener valor si se utiliza como medio para crear. No si se concibe como una divinidad o como la respuesta a todo.

7. Hay artistas que están produciendo escritos literarios utilizando la llamada «Inteligencia Artificial». En relación con este acto de delegación-cesión por parte del artista, podemos preguntarnos: ¿adónde va el propio arte?

A este respecto, considérese el libro de Mark Amerika, My Life as an Artificial Creative Intelligence, una especie de autobiografía sin hechos elaborada a partir de la Inteligencia Artificial. En el proyecto Pessoa 3.0 organizamos unos seminarios sobre Pessoa y el contexto digital que dieron lugar a un número especial de la revista Texto Digital, en el que Mark Amerika publicó un texto inspirado en Pessoa, mostrando experimentos realizados con Inteligencia Artificial. Otro académico que ha publicado en este campo es Rui Torres, de la Universidade Fernando Pessoa. Trabaja en el campo de la literatura electrónica combinatoria. Por ejemplo, en «Um Corvo Nunca Mais», utiliza ordenadores para crear poemas a partir de textos de Poe traducidos por Pessoa. Recientemente, en el texto «Combinatória, Geração Textual e as Novas Fronteiras da Literatura Computacional» («Combinatoria, generación textual y las nuevas fronteras de la literatura computacional», en su traducción libre al español), comparó la literatura electrónica combinatoria con la tecnología generativa de la Inteligencia Artificial.

Yo mismo he hecho algunos experimentos «lúdicos» en este sentido. Le di a Chat GPT algunos poemas de Pessoa ortónimo, de los tres principales heterónimos, y prosa de Bernardo Soares. A continuación, pedí a Chat GPT que creara nuevos poemas y prosas, imitando a Pessoa y a sus autores ficticios, con el tema de los textos «la despoblación del interior en Portugal». Desafío a nuestros lectores a que averigüen a cuál de estos autores de Pessoa corresponde cada uno de los siguientes textos:

Imagen: Archivo Diego Giménez

A continuación, pedí a Chat CPT que describiera la característica esencial de cada uno de estos autores de Pessoa, especialmente en relación con el tema elegido. Aquí está el resultado:

Imagen: Archivo Diego Giménez

8. Todo esto es sorprendente, pero también inquietante. De hecho, este tipo de escritura también está alimentando un fenómeno de manipulación y mistificación de la escritura, como puede verse, por ejemplo, en contextos escolares y universitarios, donde hay estudiantes que utilizan la llamada «Inteligencia Artificial» para producir trabajos para la evaluación, por lo que engañan a los profesores. Sin olvidar que el ser humano podría quedar o parecer obsoleto ante la posibilidad de una «Inteligencia Artificial» cada vez más «individualizada». ¿Cómo ves estos retos, Diego?

Las humanidades en el mundo académico pueden ser muy críticas con la Inteligencia Artificial, como si fuera una aberración para la creación y el pensamiento. El hecho es que el alumnado va a utilizarla. Por eso creo que es necesario crear una masa crítica en las universidades para que la representación digital pueda abordarse de forma crítica, ya sea a favor o en contra. De lo contrario, se está desalentando la conservación del patrimonio literario en un contexto digital. Para decirlo de forma muy clara y sucinta: ¿vamos a dejar que máquinas producidas por grandes potencias tecnológicas, ajenas a las especificidades de la lengua portuguesa, definan lo que son Fernando Pessoa y otros autores de la literatura portuguesa?

Es aterrador lo que puede ocurrir. También creo que hay mucho márketing asociado al término «Inteligencia Artificial»: no se trata de inteligencia, sino de large language models, algoritmos informáticos, que no son inteligentes, al menos según lo que consideramos inteligencia humana. Lo que hacen es generar textos a partir de estadísticas, a partir de millones de lecturas de textos pueden calcular estadísticamente qué palabras o conceptos se asocian entre sí. Sin embargo, estadísticamente esto no significa que exista una relación necesaria entre los elementos.

Otro problema es: ¿de qué textos se alimentan estas Inteligencias Artificiales para crear estas estadísticas? Pondré un ejemplo: imaginemos que, en un juego lúdico como el que he ilustrado, los textos sobre Pessoa que la Inteligencia Artificial va a buscar son principalmente estudios indexados en revistas norteamericanas, y no incluyen, por ejemplo, estudios de grandes escritores portugueses de Pessoa como Eduardo Lourenço o Jacinto do Prado Coelho, entre otros. La respuesta que dará la máquina será muy parcial y solo reflejará determinadas líneas de interpretación. Y aquí, repito, debemos tener un impacto crítico y crear masa crítica en las facultades; no podemos permitir que la representación digital de Fernando Pessoa quede totalmente desvirtuada.

Gracias a Nuno Ribeiro, Emília Cerqueira, Noémia Simões y a todos los que participaron en el evento Desassossego Digital (Hotel Pessoa Lisboa, 24 de julio de 2025), por haber contribuido a alimentar el debate que dio lugar a algunos de los temas tratados en esta entrevista-conversación.

Más información:

> 5 (+1) sites para ler e admirar a obra de Fernando Pessoa

> Turismo literario en Portugal (I): 5 rutas y recorridos digitales

Fabrizio Boscaglia

_

Descubra Lisboa y Pessoa, a partir de Lisboa Pessoa Hotel.